jueves, 19 de enero de 2012

LEYENDA DEL NIÑO Y LA RANA


Una vez, un niño campesino estaba jugando en una charca cuando vio una rana y le arrojó una piedra. La rana se escondió bajo el agua. El niño, ya arrepentido, se dirigía todos los días a la charca para darle de comer, pero ésta no salía. El niño fue creciendo pero no por ello dejó de dejarle alimentos todos los días. Un día la volvió a ver y notó que tenía tres patas por el golpe que él le había ocasionado años atrás y le pidió perdón. El tiempo pasó y el campesino tuvo un hijo que se enfermó y no tenía dinero para comprar los caros medicamentos que le hacían falta.
Un día, cuando el niño estaba agonizando, se escuchó a la rana croar. Ésta entró al lugar donde todos estaban junto al niño con una moneda de oro en la boca, con la que el campesino pudo comprar los medicamentos. La familia del niño, desde entonces, creó la Chan Chu en honor a la rana que los ayudó.

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